DOMINGO DE PENTECOSTÉS

Esta es la homilía del día 22 de mayo de 2010.

Ahora el video también con sonido

Resumen de la homilía:

Jesús se fue al cielo y nos prometió que enviaría el Espíritu Santo. El nacimiento y crecimiento de la Iglesia es obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos cambia, nos convierte, nos hace verdaderos discípulos de Jesús. El mensaje de Jesús es universal: un Dios Amor y Padre de todas las personas. Un Mandamiento: Amarse unos a otros como nos amo Jesús, hasta dar la vida. Nicodemo era un judío que quería conocer la Verdad y visitó a Jesús, por la noche. Jesús le dijo: “Es necesario nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios.” El que recibe el Espíritu Santo comprende claramente que Dios es lo más importante. Los apóstoles tenían miedo, eran torpes en comprender, envidiosos unos de otros. La fuerza del Espíritu cambia a unos pobres pescadores en apóstoles y testigos de Cristo. Hay que creer en Dios, obedecerle y orar, para ser “bautizados en el Espíritu Santo.” Para una “nueva evangelización”, debemos ser transformados por el Espíritu Santo.

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Estas son las lecturas del día 22 de mayo de 2010.

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. (2, 1-11)


El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en una casa. De repente, se oyó un ruido del cielo, como un viento muy fuerte, y se oyó en toda la casa donde estaban. Vieron aparecer unas llamas de fuego que se ponían encima de la cabeza de cada uno de los discípulos. Todos se llenaron de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que le daba el Espíritu.

Había en Jerusalén judíos piadosos venidos de todas las naciones. Al oír el ruido, fueron todos a ver qué pasaba y quedaron asombrados, porque cada uno oía hablar en su propio idioma. Entonces preguntaban: “Si todos los que hablan son galileos, ¿cómo puede ser que cada uno de nosotros les oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestro propio idioma?”

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 103, 1-2. 24. 27-28, 29-30


R.- ALELUYA.


Bendice alma mía al Señor:

Dios mío, qué grande eres!

Señor, tus obras son muchas;

la Tierra está llena de tus obras.


R.-ALELUYA


Les quitas el aliento, y mueren

y otra vez son polvo;

envías tu Espíritu, y viven,

y se llena toda la Tierra.


R.-ALELUYA


Gloria a Dios para siempre,

goce el Señor con sus obras.

Que le agrade mi canción,

y yo me alegraré con el Señor.


R.-ALELUYA


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Corintios. (12. 3-7. 12-13)


Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es Señor”, sin la ayuda del Espíritu Santo.

Hay diferentes dones, pero un mismo Espíritu; hay diferentes ministerios, pero un mismo Señor; y hay diferentes trabajos, pero un mismo Dios que obra todo en todo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien de todos. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, estamos bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Juan 7, 37-39


El último día, el más importante de las fiestas, Jesús, de pie, gritaba: “El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura: de sus entrañas brotarán torrentes de agua viva.”

Decía esto hablando del Espíritu que recibirían los creyentes en Él.

Todavía no habían recibido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.