LAS MISIONES


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Bueno, terminé el trabajo pronto y pensé: ¿a dónde voy, al bar o al Cura? Y aquí estoy. Siempre es bueno aprender y quitar las dudas de la cabeza. ¡Qué suerte tiene Vd.!

D. José: No, amigo Paco, el saber no es por suerte, es por mucho estudio y trabajo.

Paco: Bueno, será así, pero hay pobres que no pueden estudiar y les gustaría saber más. Pero todos no tienen cabeza para muchos estudios.

D. José: Eso también es verdad. La cultura es una riqueza; por eso van a países pobres los misioneros: a enseñar al que no sabe y abrirles el camino de la cultura, el progreso y la fe en Dios. Es una gran misión.

Paco: Por lo que me dicen, parece que ahora hay menos vocaciones a Curas.¿Por qué?

D. José: ¡Dios sabrá por qué! Pensamos que el Señor sigue llamando, pero no se responde a la llamada, a la vocación igual que antes, y hay muchas ovejas y pocos pastores.

Paco: ¿Para qué enviar Curas a países extranjeros si aquí hacen falta? ¡Qué se arregle cada uno con lo que pueda! ¿Quién tuvo la idea de enviar los misioneros por todo el mundo? Mi mujer guardaba dinero para los negritos, y ¡ahora tenemos los negritos aquí!

D. José: Jesús, después de la Resurrección, antes de subir al cielo, dijo a sus discípulos: “Vayan por todo el mundo y enseñen a todas las gentes, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Los apóstoles se fueron a diferentes países: Pedro a Roma, Santiago a España, Pablo a Grecia, Juan a Éfeso, Tomás a la India, y así todos.

Paco: ¿Así fue como se extendió la Iglesia por el mundo? Creo sería muy difícil.

D. José: Al empezar las persecuciones contra los cristianos, muchos cristianos se fueron a otros países y allí anunciaron a Jesús, crearon las comunidades cristianas. Más tarde, con la Iglesia ya organizada, se empezó a enviar misioneros, especialmente cuando el descubrimiento de América. Allí fueron frailes franciscanos, carmelitas.

Paco: Y, ¿por qué el deseo de convertir a todas las gentes si ellos tenían sus ideas?

D. José: Los judíos pensaban que Dios era de Israel, su pueblo; pero Jesús nos dijo muy claro que su sacrificio en la cruz era por la salvación de todas las personas, no sólo los judíos. La Iglesia católica es universal, y hay que anunciar a Jesús en todo el mundo.

Paco: ¿Las personas de esos pueblos no creían en ningún ser superior? Me han dicho que los indios del Perú y de México tenían sus dioses.

D, José: También los griegos y romanos adoraban a muchos dioses, y por eso san Pablo fue a anunciarles al único Dios verdadero, un Dios Padre, un Dios de amor y misericordia, y a su enviado Jesucristo.

Paco: Ya lo entiendo, se trataba de enseñarles la religión verdadera que es la nuestra. La misión es muy importante, pero ¡cuántos sacrificios, trabajos, y problemas tendrían que aguantar los misioneros! Sólo puede ir el que tiene una fe grande y mucho amor a Jesús.

D. José: Los discípulos de Jesús, si queremos seguirle hasta el final, debemos coger la cruz, igual que hizo Jesús, y esa cruz son todos esos sacrificios, trabajos y problemas de los misioneros. Fieles a la vocación que Dios les señaló. Es el camino de la santidad.

El sacristán.