LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO

Paco: Buenos días, D. José. Aquí me tiene con una confusión y quiero me dé luz para

verlo claro, porque mi mujer, cuanto más me lo explica, más oscuro me queda.

D. José: Vamos a ver cuál es el lío de hoy, y pidamos al Espíritu Santo nos ilumine.

Paco: Mire, yo, desde que tengo uso de razón, allá por los siete años, oía decir y gozaba de oírlo, “vienen los Reyes Magos.” Y para todos era el día o la fiesta de los “Reyes Magos.” ¿Ahora no es así?

D. José: Pues claro que sigue siendo igual, no han cambiado nada.

Paco: Entonces, ¿por qué la tozuda de mi mujer, con la vecina de al lado, se empeñan en que no, que es el día de “Pifanía”, o algo así? Esta Iglesia de ahora no es la del tiempo de mi madre.

D. José: Calma, Paco, calma. La Iglesia es la misma; lo que ha cambiado es la cultura de la gente, que lee más y saben más, también oyendo la radio o la televisión; y para decírtelo claro, no es Pifanía, es “Epifanía.”

Paco: Si es así, lo acepto, porque Vd. lo dice, pero me quedo en donde estábamos, ¿Se llama o no la fiesta de los “Reyes Magos”?

D. José: Sí, para el pueblo en general; pero dentro de la Iglesia tiene el nombre de EPIFANÍA”, el mismo que siempre ha tenido.

Paco: ¿Siempre? ¡Pero si yo nunca lo oí y menos en la boca de mi madre, que sabía mucho de las cosas de religión!

D. José: Tu buena madre lo sabría, pero, como tú eras un niño, y es una palabra difícil para que los niños la comprendan, se alegran más con la de los “Reyes Magos”, por lo regalos que traen.

Paco: Bueno, será así si Vd. lo dice, pero, ¿Qué significa ese nombre tan raro de Epifanía?

D. José: La palabra Epifanía significa “manifestación” darse a conocer, como hizo Jesús desde que nació.

Paco: ¿A quién se dio a conocer Jesús? Pienso que todavía no hablaba nada.

D. José: Los primeros que vieron y conocieron a Jesús como el enviado de Dios, fueron unos pobres pastores que cuidaban sus ovejas, en los campos de Belén, y se enteraron porque se lo anunciaron unos ángeles, que cantaban dando gloria a Dios, y que les dieron como señal: “que el niño estaría envuelto en pañales”

Eso puede ser un signo de la preferencia de Jesús por los más pobres.

Paco: ¿Y eso es todo lo que se manifestó? Poco me parece para ser un Dios que ha venido a estar con los hombres.

D. José: Despacio, poco a poco. También se manifestó Jesús a los Reyes Magos, como una manifestación a los paganos que desean conocer a Dios. Los tres reyes, reconociendo a Dios en aquel niño, se pusieron de rodillas y le adoraron, ofreciéndole regalos: oro, incienso y mirra.

Paco: ¿Y qué tiene que ver todo eso de ofrecer regalos a Dios y el gasto de dinero que se hace ahora, comprando regalos que, muchas veces, sólo duran un día?

D. José: El hacer regalos a los niños viene a ser como una correspondencia a la generosidad de los Reyes Magos al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos. Recordando que Jesús dijo: “Lo que hagan a uno de estos pequeños hermanos míos, a mi me lo hacéis”

Paco: Muy bonito y emocionante todo lo que me cuenta, pero no veo motivo para gastar tanto dinero en juguetes, cuando en otros países, según dicen, hay tantos niños que no tienen que comer.

D. José: Estoy de acuerdo contigo, amigo Paco, hay que ser moderados, usar más la cabeza y también el corazón, pero la gente lleva un ritmo de vida consumista, de gasto, y el ritmo de la vida cristiana se guía por el amor y servicio a los necesitados.

El sacristán