NATIVIDAD DEL SEÑOR

Esta es la homilía del día 25 de diciembre de 2010.




homilía 25-12-2010
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Resumen de la homilía:

El Ángel a los pastores: “Les traigo una gran alegría, hoy ha nacido el Salvador, el Señor. Celebramos el nacimiento de Jesús hace más de dos mil años, pero Él está vivo con nosotros. Esta es nuestra Fe, Jesús resucitó y está siempre con nosotros. ¿Qué debemos hacer para que los demás sientan la presencia de Jesús con nosotros? Ser testigos de Jesús, manifestarle, viviendo de acuerdo con nuestra fe. Vivir la fe en la familia, en el trabajo, en la sociedad y viendo a los demás como hermanos. Y a todos los que aceptan a Jesús, por el bautismo, nos hace hijos de Dios. Jesús es el Príncipe de la Paz, y vino a establecer su Reino que nunca se acabará. Es un reinado de Amor, Paz y Justicia. Por ese regalo, le debemos amor y gratitud. Con su nacimiento, muerte y resurrección, Jesús nos salva de nuestros pecados. Para recibir el perdón necesitamos arrepentirnos del mal que hicimos y confesarnos. Con la confianza en que Dios es nuestro Padre y nos recibirá con Amor.

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Estas son las lecturas del sábado 25 de diciembre de 2010.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del profeta Isaías (52, 7-10)

¡Qué hermosos son encima de los montes los pies del enviado a anunciar la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: “Tu Dios es rey”!

Escucha: Tus guardias gritan, cantan en grupo, porque ven cara a cara al Señor, que viene a Sión. Canten todos, murallas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, salva a Jerusalén; el Señor levanta su brazo delante de todas las naciones, y verán todos los pueblos la victoria de nuestro Dios.

Palabra de Dios

R: Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL. 97

R. Todos los pueblos han visto la victoria de nuestro Dios.

Cantar al Señor una canción nueva,

porque hizo cosas maravillosas:

Su mano le dio la victoria,

su santo brazo.

R. Todos los pueblos han visto la victoria de nuestro Dios.

El Señor da a conocer su victoria,

manifiesta a los pueblos su justicia:

se acordó de su misericordia y su fidelidad

a favor de su pueblo Israel.

R. Todos los pueblos han visto la victoria de nuestro Dios.

Todos los pueblos han visto

la victoria de nuestro Dios.

Alabar al Señor todo el mundo;

gritar, aplaudir, cantar.

R. Todos los pueblos han visto la victoria de nuestro Dios.

Tocar la guitarra para el Señor,

Tocar arpas y violines:

Con flautas y trompetas,

Alabar al Rey y Señor.

R. Todos los pueblos han visto la victoria de nuestro Dios.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos (1, 1-6)

Dios habló antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, nos habla por su Hijo, que es el heredero de todo. El Hijo es imagen de la gloria de Dios. Él es el que mantiene el universo con su palabra poderosa. Él es el que purificó al mundo de sus pecados, y después fue a estar junto a Dios en el cielo.

Él está por encima de los ángeles, porque mucho más grande es el Nombre que el Padre le dio. Dios nunca dijo a un ángel: “Tú eres mi Hijo, en este día yo te he dado la vida”, o “Yo seré su Padre y él será para mi un Hijo”.

Y Dios dijo: “Que todos los ángeles le adoren.”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según San Juan (1, 1-18)

En el principio, cuando todas las cosas empezaron, ya existía aquel que es la Palabra.

Y aquel que es la Palabra vivía junto a Dios y era Dios.

Todo se hizo por Él y sin Él no habría nada de lo que se ha hecho.

En Él había vida y la vida es la luz de los hombres; la luz que brilla en la tiniebla y la tiniebla no la recibió.

Había la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba porque Él hizo el mundo, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron y que creen en Él, les ha dado poder para ser hijos de Dios, porque Él no nació de la carne ni de la sangre, ha nacido de Dios. Y la Palabra se hizo carne y vivió con nosotros, y nosotros hemos visto su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti, Señor Jesús.