D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.
Paco: Buenos días, D. José, ¿ya está preparando las Navidades? ¿Muchas cosas por hacer?
D. José: Hola, amigo Paco, no hay mucho que preparar, lo mismo de años pasados y en paz.
Paco: Hombre, le veo muy ahorrador. Si siempre es igual, no viene gente a la iglesia.
D. José: Paco, a la iglesia se viene a estar con Jesucristo y unirse con Él en la Comunión. No hay que venir a ver los adornos, como si esto fuera un escaparate comercial. ¿Está claro?
Paco: Más claro que el agua, pero dígaselo a mi mujer que ya está nerviosa pidiendo dinero para presumir con las amigas del Belén, de los angelitos y todas esas tonterías, que todos los años se repiten y sólo producen gastos.
D. José: Más despacio, Paco. Tonterías no, porque tú tienes nietos y tu mujer quiere preparar el ambiente de Navidad, para que los niños sientan y conozcan el misterio del Nacimiento de Jesús de Nazaret.
Paco: En eso de acuerdo, pero, ¿tiene que ser todo nuevo y caro? ¿Vd. sabe de la crisis? Hay días que sólo hay trabajo para dos horas.
D. José: Hay que obrar con la cabeza y no sólo con el corazón, para no gastar sin necesidad. La vanidad, el seguir la moda atrae mucho.
Paco: Ya puede decirlo Vd. en el sermón del domingo a ver si ellas se enteran bien de eso.
D. José: Siempre se puede dar un consejo, pero esas cosas no son tema para la homilía.
Paco: Otra cosa, que se me olvidaba: ¿qué sabe Vd. de ese viejo sueco Papá Noel? En los tiempos de mis padres, respetábamos las tradiciones cristianas, ahora a copiar de fuera.
D. José: En eso tienes razón. Los tres Reyes Magos son historia nuestra, ese viejo sueco no lo es.
Paco: ¡Bastantes viejos barbudos tenemos en el pueblo para traer más del extranjero!
D. José: Cuando no hay fe o se perdió la que teníamos, se busca lo nuevo, lo superficial, lo que ponen de propaganda, y los comercios nos engañan y nos sacan el dinero tan necesario en estos tiempos de paro y pobreza.
Paco: Vamos a ver. ¿Los tres Reyes Magos son verdad o también es un cuento popular? En el bar lo discuten y no hay acuerdo.
D. José: ¡Nada de cuento! El Evangelio de San Mateo nos cuenta de tres sabios que vinieron de Oriente, guiados por una estrella, para adorar al Niño Dios nacido en Belén, y visitaron al rey Herodes.
Paco: Lo ve Vd. ¿Y se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar, y uno de ellos era negro,
y eran reyes y vinieron en camellos?
D. José: Eso no lo dice el Evangelio, es cosa de la tradición, pero podemos creerlo o no, según le parezca a cada uno.
Paco: Ya me voy enterando, ¡con lo que yo, de niño, nervioso, gozaba la noche de Reyes!
D. José: Pues ahora tú colabora con tu mujer para que tus nietos gocen igual que tú.
El sacristán.
