LOS RELIGIOSOS


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días, D. José. Hemos tenido una discusión en el bar sobre los Curas, como Vd., y otros Curas que viven todos juntos con uno que es el Jefe. Pregunté a mi mujer y me lo dejó más oscuro de lo que estaba; por eso he venido a ver si Vd. me lo aclara y termino de comprenderlo.

D. José: Pues no veo muy clara tú pregunta, porque hay Curas como yo, que han decidido compartir vivienda, y hay otros, que también son sacerdotes, como nosotros, pero tienen compañeros que no lo son y les llaman Hermanos, y en cuanto a un Jefe, pues nosotros tenemos al Obispo, y ellos, en su comunidad a un Superior.

Paco: Y ¿dónde está la diferencia si es que puede saberse? Pues nos resultan raras tantas cosas compartidas y otras muy diferentes. Luego, la forma de obedecer.

D, José: Nosotros somos Sacerdotes seculares, que estamos unidos en obediencia al Obispo de nuestra Diócesis. Unos viven solos, con alguien que les cuida, o en compañía de algún familiar, y también los hay que, por problemas de vivienda, pueden convivir en una casa, pero con misiones, parroquia, y pueblos diferentes.

Paco: Y qué obligaciones o compromisos tienen como Curas o Sacerdotes, como Vd. dice. ¿Hacen algún juramento a Dios o se comprometen de alguna forma?

D. José: Nosotros, al recibir la Ordenación sacerdotal, hacemos voto de Castidad, por lo que no podemos casarnos, y de Obediencia al Obispo, por lo que él puede cambiarnos de trabajo y de Parroquia, cuando lo crea conveniente.

Paco: Y ¿lo aceptan sin rechistar ni enfrentarse con el Sr. Obispo? No será cosa fácil.

D, José: Amigo Paco, los Curas también somos humanos como tú. Y eso puede empujarnos a protestar, quejarnos; pero no debe ser. Todos tenemos que vivir el espíritu de humildad y obediencia.

Paco: Y ¿pueden tener propiedades, o deben vivir pobres como Jesucristo?, porque, eso lo mira la gente y hace efecto como testimonio de la fe y la vida del Cura.

D, José: Podemos tener propiedades heredadas, pero no negocios para hacernos ricos. No hacemos voto de pobreza, pero es buen espíritu sacerdotal vivir con sencillez, sin ambicionar bienes materiales, y ayudar y compartir con los pobres y necesitados.

Paco: ¡Pues no es tan fácil ser Cura como algunos piensan equivocadamente! ¿Y que me dice de los otros que viven juntos con los Hermanos y el Jefe?

D, José: A esos se les llama generalmente Religiosos, y hacen votos de Castidad, Obediencia y Pobreza; pero su obediencia es al Superior, que es elegido por un tiempo determinado. Los que están ordenados de Sacerdotes hacen lo mismo que nosotros al servicio de los fieles, y otros miembros Hermanos, no son sacerdotes, y su misión es actuar de profesores, cocineros, sastres, dentro del Monasterio. Ellos viven la pobreza, y lo que ganen va a un fondo común, con el que, además de la propia subsistencia, ayudan a los necesitados y también a las Misiones.

Paco: ¿Y son muchos esos Religiosos, y todos iguales con los mismos objetivos? Porque los veo con ropas de distintos colores y, además, hombres y mujeres.

D. José: Pues sí. En algunas Congregaciones o Institutos religiosos hay una rama masculina y otra femenina, pero son totalmente independientes en su vida y administración, aunque tengan los mismos objetivos: Enseñanza, enfermos, misiones. Y otros son Monjes de vida contemplativa, con el “Ora y trabaja” Viven en clausura, y con muchas horas de oración y silencio, pues hay algunos que, durante el trabajo, se hablan en Lenguaje de Señas, como los sordomudos, para seguir el contacto con Dios.

Paco: ¡Válgame Dios, yo dentro de un grupo de esos reviento, sin poder hablar ni ir al bar! Pero…todos tenemos nuestra vocación, y en ella encontramos la cruz que, para seguir al Señor, debemos llevar.

El sacristán.