AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

El Credo Poco a Poco



Credo poco a poco. Al tercer día resucitó por pastoraldelsordo


Cuando Jesús murió, un soldado le atravesó el costado con una lanza, para asegurar que estaba muerto. Después fue sepultado, pusieron una piedra grande a la entrada del sepulcro. Y el gobernador mandó poner soldados que vigilasen la tumba, por miedo a que los discípulos robasen el cuerpo y dijeran que había resucitado.

Jesús dijo a sus enemigos: “destruir este templo y en tres días lo levantaré”.Hablaba de su resurrección, y por eso, cuando murió, los judíos fueron a hablar con el gobernador Poncio Pilato y le pidieron que vigilara la tumba, porque Jesús había dicho, “en tres días resucitaré.”

Jesús había resucitado a la hija de Jairo, que había muerto unos momentos antes; al hijo de la viuda de Naín, que lo llevaban a sepultar; y a Lázaro, que ya hacía cuatro días que estaba enterrado. Pero, todavía faltaba el milagro más grande: que el propio Jesús, ya muerto y sepultado, resucitase.

El Evangelio de San Mateo dice: “Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro.” El sábado, día de descanso para los judíos, no estaba permitido acercarse ese día a la tumba; pero cuando salió la primera luz de la mañana del domingo, llegaron María Magdalena y la otra María con ungüentos. Y miraron, pero ya no estaba la piedra en la entrada del sepulcro; los soldados dormidos y el sepulcro vacío.

La Resurrección de Nuestro Señor es el más grande de sus milagros; pero lo más asombroso es que resucitase con su propio Cuerpo, cuerpo ya glorificado: es lo mismo que todos nosotros haremos el día del Juicio Final, resucitó con su Cuerpo.

Lo más maravilloso es que después de resucitado cenase con sus Apóstoles. No es propio de un cuerpo resucitado el alimentarse. Comió y bebió con sus Apóstoles para convencerles, que aceptaran que, en verdad, había resucitado.

En aquellos primeros tiempos del cristianismo, la mayoría de las personas que se bautizaban eran adultos, y el Bautismo se hacía por inmersión; las personas iban al río Jordán o a cualquier otro lugar donde había agua, y el sacerdote los metía totalmente en el agua. Esto significaba que era enterrado bajo el agua; y al levantarte resucitabas con Jesucristo. Al salir del agua ya eras una persona nueva; la antigua persona había muerto, y una nueva persona había venido a la vida. Los cristianos bautizados vivimos aquí y ahora con una vida resucitada; para el pecado hemos muerto, hemos resucitado con Cristo.