La palabra Iglesia está traducida del griego y del Latín y significa grupo de personas o comunidad que se han reunido con un mismo objetivo.
Cundo Dios sacó a los judíos de Egipto, los llamó su ecclesia, su asamblea.
Jesús dijo al apóstol Pedro.”Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.”
Para los que tenemos fe, especialmente para nosotros los católicos, hay un sentimiento de comunidad, pues si descubrimos que aquel policía, o el conductor del autobús, o el joven que juega al fútbol pertenecen a nuestra religión, sentimos una alegría interior, difícil de explicar: el gozo de saber que todas esas personas participamos de la amistad con el Señor. La Iglesia es una asociación sobrenatural que nos ayuda para ir al Cielo. No es solamente algo que nos une a ti y a mí; es lo que nos une a Jesucristo.
La Iglesia es el Pueblo de Dios porque Dios quiso santificar y salvar a las personas no aisladamente, sino reuniéndolas en un solo pueblo, reunido en la unidad del Padre, del Hijo del Espíritu Santo.
Nos hacemos miembros de la Iglesia por la fe en Cristo y el sacramento del Bautismo. Tienen como ley el mandamiento nuevo del Amor, y como misión dar testimonio del Señor Resucitado por todo el mundo.
La Iglesia tiene su origen en los planes de Dios, y comenzó oficialmente el día de Pentecostés cuando vino el Espíritu Santo sobre la comunidad de los Apóstoles.
La Iglesia es una porque tiene como modelo la unidad de un solo Dios en la Trinidad de las Personas. Tiene una sola Fe.
La Iglesia es Santa porque Dios Santísimo es su autor. La santidad es la vocación de cada uno de sus miembros.
La Iglesia es católica, porque es universal, existe en todo el mundo y lleva el mensaje de salvación a todos los pueblos del universo. Allí donde está Cristo Jesús, allí está la Iglesia católica.
La Iglesia es apostólica porque desciende de los Apóstoles. Jesús comunicó a los Apóstoles todo lo que los cristianos necesitábamos saber y ellos se lo transmitieron a sus discípulos y así ha continuado hasta hoy.
