Ave María. Santa María, madre de Dios.




SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

Como dijimos al principio del Ave María, la tradicional oración con la que los creyentes católicos se comunican con la Virgen María, Nuestra Señora, esta formada de dos partes: la primera parte, ya explicamos como el ángel Gabriel anunció a la Virgen María el Nacimiento de Jesús, Dios hecho hombre; y ahora comenzamos la segunda parte de la oración, que es una tradicional petición de ayuda que el pueblo católico hace a la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra.

Nosotros la llamamos: SANTA María, y nadie tiene más derecho al título de Santa que ella. Sobre todo Dios, y después la Santísima Virgen María.
La santidad es fruto del querer entregarse uno mismo al Señor Dios, y es un deseo que nace en nosotros, el deseo de agradar a Dios en todo, de Servirle con todo el corazón, de ofrecernos a nosotros mismos como sacrificio agradable a Él. Entonces es Dios el que nos da la Gracia, la ayuda para vivir en Santidad. Por nuestras propias fuerzas no podemos, pero con la ayuda de Dios, todo es posible.

La santidad es intimidad con Dios Padre que está en los Cielos. En esa unión íntima vive la persona con conciencia de que su camino tiene sus límites y dificultades.
Nadie más fiel y unida espiritualmente a Dios que la Virgen María, con una entrega sin condiciones al plan que le presentó el ángel Gabriel en nombre de Dios. Por eso es la Santa superior a todos los Santos. En los idiomas de la Biblia, hebreo y griego, Santo quiere decir: separado para Dios, hecha para Él. Solo una persona que vive en santidad puede escuchar el mensaje de Dios y hacer su perfecta voluntad, y la Virgen María vivió una vida totalmente entregada el servicio de Dios.

María es Madre de Dios, porque tuvo en su seno a Jesús, Dios hecho hombre, de la carne de esa mujer Virgen llamada María. Ella es la Madre del hombre, y, como ese hombre es también Dios, tiene derecho a ser llamada y reconocida Madre de Dios.
Como ejemplo vale que en mi pueblo, cuando yo visité ya ordenado sacerdote, las personas que nos conocían, al ver a mi madre, decían: es la madre de Agustín, y también la madre del sacerdote, porque Agustín y el sacerdote son la misma persona.

Santa María es Madre nuestra en un sentido espiritual. Por ser Madre de Jesús es Madre de todos los que nos unimos a Jesús por la gracia. Por ser Madre de Dios, es Madre de los que somos hijos de Dios por el bautismo.