I DOMINGO DE CUARESMA




RESUMEN HOMILÍA PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

Cuaresma, tiempo de conversión, de cambio de vida, de volver a Dios.
 Tiempo de oración, para fortalecer la fe, la esperanza y la caridad.
El miércoles de ceniza se nos dijo: “Polvo eres y en polvo te convertirás”
Toma conciencia de que ante Dios, nosotros somos nada y Él lo es todo.
La gran batalla es la lucha contra las tentaciones del demonio.
La primera tentación a Eva fue de incredulidad, no creer en la Palabra de Dios.
La segunda tentación fue de orgullo y soberbia: “serán como Dios”
Nosotros queremos decidir lo que es bueno y es malo, sin  pensar para nada en Dios.
Todo pecado es una desobediencia a la voluntad de Dios.
Podemos seguir nuestro gusto, o seguir por la fe en camino de Dios.
Jesús venció al demonio en las tentaciones: de poder, de triunfo y de avaricia.
Unidos a Jesús, nosotros podemos también vencer las tentaciones del demonio.
Y si caemos en pecado, vamos a pedir perdón a Dios, en la confesión.

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA  (A)

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Génesis 2, 7-9; 3, 1-7

El Señor Dios modeló al hombre del barro del suelo, sopló en su nariz la vida y el hombre se convirtió en ser vivo.
El Señor Dios plantó un jardín en Edén, y puso allí al hombre.
El Señor Dios hizo brotar de la tierra muchos árboles hermosos y buenos frutos de comer; además  el árbol del conocimiento del bien y el mal.
La serpiente era el más astuto de los animales que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Porque Dios prohibió que no coman los frutos de los árboles del jardín?
La mujer respondió a la serpiente: Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: «No comáis de él ni lo toquéis, porque moriréis.»
La serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Dios sabe que comiendo los frutos de ese árbol serán  como Dios en conocimiento del bien y el mal.
La mujer vio que el árbol era agradable y atrayente porque daba inteligencia. La mujer comió del fruto, le dio a su marido, que también comió.
Entonces se les abrieron los ojos al hombre y a la mujer y vieron que   estaban desnudos y se taparon con hojas de un árbol.

Palabra de Dios.
R.-Te alabamos, Señor.                                                                                                                  

SALMO RESPONSORIAL  (50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17)

R.- Misericordia, Señor, hemos pecado.
 Misericordia, Señor, hemos pecado.
 por tu gran compasión, perdona mi culpa.
 Lava de toda mi culpa,
 perdona mi pecado.

R.- Misericordia, Señor, hemos pecado.
 Pues yo acepto mi culpa,
 siempre recuerdo mi pecado.
 Contra ti yo pequé,
 hice el mal que tu no quieres.

R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Oh Dios, dame un corazón puro,
cámbiame con un espíritu fuerte;
no me apartes lejos de ti,
no me quites tu santo espíritu.

R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Dame la alegría de tu salvación,
y un espíritu fuerte y generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca canta tu alabanza.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (5, 12-19)

Hermanos: Por culpa de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y con el pecado entró la
muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
Si por la desobediencia de un solo hombre, todos se hicieron pecadores, por Jesucristo todos entraron en una nueva vida porque recibieron la gracia de Dios y la santidad.

Palabra de Dios.
R.-Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo ( 4, 1-11)

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el
diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, Jesús tuvo hambre. Entonces se acercó el diablo y le dijo:
”Si eres Hijo de Dios, manda que esas piedras se conviertan en pan”.
Pero Jesús le contestó diciendo:
La Escritura dice:” No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios”.
Entonces el diablo llevó a Jesús a la Ciudad Santa, lo pone en lo más alto del Templo y le dice:
”Si eres Hijo de Dios, tírate hasta abajo, porque la Escritura dice: Dios mandará a sus ángeles que que te cojan en sus manos para que tus pies no tropiece en las piedras”.
Jesús le dijo: “También dice la Escritura: No tentarás al Señor, tu Dios”.
Después el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta y enseñándole todos los reinos del
mundo y su belleza le dijo: “Todo eso te lo daré si te pones de rodillas delante de mi y me adoras. Entonces Jesús le dijo:
—Vete, Satanás, porque la Escritura dice: “Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás.”
Entonces el diablo se marchó y vinieron los ángeles a servir a Jesús.

Palabra del Señor
R.-Gloria a ti, Señor Jesús.