II DOMINGO DE PASCUA





RESUMEN HOMILIA SEGUNDO DOMINGO DE  PASCUA  (A)

Vida de los primeros cristianos: La fracción del pan. Oración y compartían todo.
La gente decía: ¡Mirad como se aman! Así creció la Iglesia.
Fe en el testimonio de los apóstolles que vieron a Jesús resucitado.
La prueba del apóstol Tomás. Más felices los que crean si haber visto: Nosotros.
Confianza en la promesa de Jesús de que nos resucitará.
Santiago apóstol: Fe y obras.
Dios Misericordioso quiere salvar a todos. Misericordia o Juicio.
Confesión: A los que le perdonéis los pecados les serán perdonados. Es Jesús el que confiesa y perdona.

PRIMERA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles ( 2, 42-47 )

Los hermanos perseveraban escuchando las enseñanzas de los apóstoles, celebraban la fracción del pan y oraban juntos. Todas las personas estaban asombradas de los milagros que hacían los apóstoles en Jerusalén. Los cristianos vivían juntos y compartían todas las cosas. Vendían sus casas y otras propiedades y repartían el dinero entre los demás, según la necesidad de cada uno. Cada día iban al templo todos unidos, celebraban la Misa en las casas y comían juntos, alabando a Dios con alegría. Toda la gente los miraba con gozo y cada día el grupo de cristianos aumentaba con la ayuda del Señor.
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL 117

R. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Me empujaban para tirarme, pero el Señor me ayudó;
el Señor es mi fuerza y mi salvación.
Escuchad: hay cantos de alegría en la casa de los buenos.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

La piedra que despreciaron los arquitectos
es ahora la piedra más importante.
Lo hizo el Señor, ha sido un milagro muy claro.
El Señor obró ese día: es nuestra alegría y nuestro gozo.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.




SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro ( 1, 3-9 )

¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia! Resucitando a Jesucristo de entre los muertos, nos hizo nacer para la vida que esperamos, más allá de la muerte, que nos tiene preparada en el cielo. Por la fe, estamos protegidos por el poder de Dios; Él nos ha preparado para la liberación que se verá al final de los tiempos. Por eso debemos alegrarnos, pero en un tiempo tenemos que sufrir en distintas pruebas. Nuestra fe se fortalecerá, igual que el oro lo prueban en el fuego. El oro desaparecerá; pero la fe, que vale mucho más que el oro, no se perderá hasta el día en que se manifieste Jesucristo: entonces recibirán por la fe alabanza, gloria y honor. Ustedes no han visto a Jesucristo, pero lo aman: no lo ven todavía, pero sí creen, y por eso sienten una gran alegría que no se puede explicar; al final conseguirán como premio de la fe la salvación de sus almas.
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan ( 20, 19-31 )

Los discípulos estaban en una casa con las puertas cerradas, porque tenían miedo a los judíos. Por la noche, Jesús entró en la casa y dijo: “Paz a vosotros.” Después Jesús les enseñó las manos y el costado. Los discípulos, al ver a Jesús, se alegraron mucho.
Jesús dijo otra vez: “Paz a vosotros, igual que el Padre me envió, yo les envío a vosotros.”
Después Jesús sopló encima de ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. Si vosotros perdonáis los pecados a las personas, ya están perdonados. A las personas que no perdonéis sus pecados, no serán perdonados.”
El apóstol Tomás no estaba en la casa cuando vino Jesús, Cuando vino Tomás los discípulos le dijeron: “Ya vimos al Señor.” Tomás respondió: “Yo necesito ver sus manos con los agujeros de los clavos, y meter mi mano en su costado para poder creer.”
Ocho días después estaban los discípulos reunidos en la casa y también estaba Tomás. Las puertas de la casa estaban cerradas. Entró Jesús y dijo: “Paz a vosotros.” Después, Jesús llamó a Tomás y le dijo: “Ven, mete tu dedo en mis manos y mete tu mano en mi costado, y no dudes, ten fe.”
Tomás dijo: “¡Señor mío y Dios mío.” Entonces Jesús dijo a Tomás: “Tú crees en mí porque me ves. Más felices las personas que crean en mí sin verme.”
Jesús hizo muchos milagros delante de sus discípulos, pero no están escritos. Estas cosas se escribieron para que vosotros creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida eterna.”
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti Señor Jesús.