DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO San Pedro y San Pablo






HOMILÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO.
“ Y vosotros ¿quién dicen que soy yo? Pedro: “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.”
“Eso te lo ha comunicado mi Padre que está en el cielo.” “Tú eres Pedro, encima de esa piedra edificaré mi iglesia.
 ¿Qué decimos nosotros? Si el Espíritu Santo no viene no podemos conocer a Jesús.
 Pedro, un pobre pescador. Su hermano Andrés lo llevó a Jesús. Tú eres Pedro y en esa piedra edificaré mi Iglesia.
 Apóstol de los judíos. Primer Papa. En la cárcel. Al salvarle el ángel comprendió que era la Iglesia de Cristo.
 Pedro negó a Jesús, miedo humano, todavía no había recibido el Espíritu Santo.
 Pablo, judío culto, fiel a la ley. Perseguía a los cristianos. Cristo le salió al encuentro y se transformó en apóstol.
 Apóstol de los gentiles. Grecia, Roma, España….
 Los dos murieron mártires en Roma, por ser fieles a Jesús.
 El Espíritu Santo es quien dirige a la Iglesia.
 La Iglesia somos todos los bautizados, el Cuerpo de Cristo.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.     (12,1-11)

   El rey Herodes puso presos a algunos cristianos. Mandó matar a Santiago, hermano de Juan. Al
ver que eso gustaba a los judíos, cogió preso también a Pedro. Eran los días de la fiesta judía de la Pascua. Cuando llevó preso a Pedro, lo metió en la cárcel y mandó que lo vigilaran a cuatro grupos de cuatro soldados cada grupo, para presentarlos al pueblo después de la fiesta de la Pascua. Cuando Pedro estaba en la cárcel la Iglesia oraba mucho a Dios por él, La noche antes del día que Herodes quería presentar a Pedro al pueblo, Pedro dormía junto a dos soldados, atado con dos cadenas, y unos soldados vigilaba en la cárcel por fuera de la puerta. Se presentó un ángel del Señor y la cárcel se lleno de luz. El ángel tocó a Pedro y le dijo:”¡Levántate deprisa!” Y se cayeron las cadenas que ataban las manos de Pedro. El ángel le dijo:”¡Vístete y ponte las sandalias!” Pedro lo hizo. El ángel le dijo otra vez: “¡Ponte el manto y sígueme!” Pedro salió y le siguió, pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel; todo le parecía un sueño. Pasaron la primera y la segunda guardia, y llegaron a la puerta de hierro que llevaba a la calle, que se abrió sola. Salieron y caminaron por una calle y el ángel se fue. Entonces Pedro se dio cuenta de todo, dijo: “Ahora comprendo que el Señor envió un ángel y me ha salvado de las  manos de Herodes y de todo lo que preparaban los judíos.”
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL

R.-El Señor me salvó de todas mis angustias.
 Bendigo siempre al Señor, siempre estoy alabándole;
 mi alma se gloría en el Señor; que los humildes le escuchen y se alegren.

R.-El Señor me salvó de todas mis angustias.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, alabemos juntos su nombre
Yo consulté al Señor y me respondió, me salvó de todas mis angustias.

R.-El Señor me salvó de todas mis angustias.
Miradlo y quedaréis felices, vuestro rostro no se avergonzará.
Si el triste llama al Señor, el lo escucha y lo salva de sus angustias.

R.-El Señor me salvó de todas mis angustias.
El ángel del Señor está alrededor de sus fieles y los protege.
Gustad y ved que bueno es el Señor, feliz el que une a él.

R.-El Señor me salvó de todas mis angustias.
               

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.  (4, 6-8. 17-18)

Queridos hermanos: Yo estoy cerca de morir, y el momento de mi marcha será pronto. He luchado bien mi combate. He corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora me espera el premio, con el que el Señor, buen juez, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, también  a los que tienen amor a su venida. El Señor m4e ayudó y me dio fuerzas para anunciar todo el mensaje, para que lo oyeran todos los gentiles. El Señor me salvó de la boca del león. El Señor continuará salvándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.   (16. 13-19)

   En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos fueron a los pueblos de Cesarea de Filipos. Cuando iban caminando, Jesús les preguntó: “La gente, ¿quién dicen que soy yo?” Los discípulos contestaron: “Unas personas piensan que tu eres Juan el Bautista; otras personas piensan que tú eres el profeta Elías, y otros creen que tú eres uno de los antiguos profetas.”
Jesús les preguntó otra vez: “¿Y ustedes, quien dicen que soy yo?” Entonces Simón Pedro dijo: “¡Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo!” Jesús le dijo: “Feliz eres tú, Simón, porque lo que tú dijiste no te lo enseñó ningún hombre, te lo ha comunicado mi Padre del cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y encima de esa piedra yo haré mi Iglesia, y las fuerzas del infierno no la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; y la puerta que tú cierres en la tierra, estará cerrada en el cielo, y la puerta que abras en la tierra estará abierta en el cielo.”
Palabra del Señor.
R.-Gloria a ti, Señor Jesús.